En los rincones más recónditos de La Gomera, entre sus colinas ondulantes y barrancos serpenteantes, se esconde un tesoro gastronómico que cuenta una historia de tradición y pasión: el queso ahumado tradicional gomero. Desde tiempos inmemoriales, los queseros locales han perfeccionado el arte de elaborar este manjar, utilizando técnicas transmitidas de generación en generación. La magia comienza con la leche fresca de cabra, cuidadosamente transformada por manos expertas en un queso de sabor intenso y textura firme. Pero lo que realmente hace brillar a este queso es su proceso de ahumado, donde la madera de brezo y el humo danzan en torno a las ruedas de queso, impregnándolas con su distintivo aroma ahumado. Cada bocado es un viaje a través de los paisajes y tradiciones de La Gomera, un homenaje a la historia y al esfuerzo de aquellos que han mantenido viva esta antigua artesanía.